miércoles, 27 de noviembre de 2013

Y nada... (Segunda parte)

Ahora veamos la opción dos, esta es la segunda entrada, sí en este momento hay un extraño leyendo esto y quieres saber de qué carajos hablo, checa la entrada pasada.

Sí por otro lado decides cambiar, dices ok, vamos a arreglarnos un poco más, y lo haces, pero no importa que te pongas, o que te arregles, o que te quites, sigues viéndote a ti mismo mal, miras el espejo y simplemente lo que tienes puesto no encaja y cuando todo tu closet y maquillaje ha generado un mayor desastre, del que ya estaba, en tu habitación, decides ponerte exactamente lo mismo que te pones todos los días, lo que genera en ti un confort porque es lo que conoces. En caso contrario de que algo de lo que te hayas modificado te haya convencido, sales a la calle diciendo “A HUEVO, HOY ES EL DÍA”, y cuando pasas los primeros metros fuera de tu casa te das cuenta de que estas incómodo con lo que llevas puesto y si por casualidad llegas a pasar por un lugar que te muestra tu reflejo todo vale madres porque esa seguridad que tenías al principio se desvanece y dices “mierda ¿porque salí así?”.
Luego piensas ok quizá primero debas cambiar por dentro y luego por fuera, e intentas sonreír más y aceptarte, y tratas de convencerte de que eres una chingonería, las cosas parecen ir bien, siempre al principio las cosas parecen ir bien, y luego descubres que no es tan sencillo cambiar por dentro, porque si ese día maravilloso en el que dices hoy somos una cosa divina, no somos invisibles y nos vemos bien, y reflejamos seguridad y bla, bla, bla; sí en ese día metemos la pata en algo, lo que sea, toda esa supuesta seguridad vale madre y entonces te sientes cucaracha por ese error que cometiste, independientemente de si fue uno choncho, grande, mediano, pequeño o una estupidez.
Y por más cambios que intentas hacer nada te sale bien, porque nunca es suficiente, porque para uno mismo, uno mismo no es suficiente, y odio que me digan ¿no notas que eres importante para otras personas? El que yo sea importante para otras personas es porque la otra persona ha decidido hacerme importante en su vida, yo no decidí por esa persona, yo fui yo y algo de todo lo que hice lo hice bien y por eso esa persona decidió hacerme importante en su vida, mis acciones para con los demás es una cosa completamente diferente a como me veo yo a mí misma, así como es una cosa completamente diferente a como me ven las demás personas.
No es que no sepa que soy importante para otras personas, es que yo no soy importante para mí misma, si por mí fuera podrían atropellarme afuera de la universidad y el mundo sería un mundo mejor porque yo ya no estoy, desde mi perspectiva así es el asunto.
Luego está la respuesta de otra gente más “directa” que dice, si no te gusta tu forma de ser y tu persona y crees que el mundo sería mejor sí tú no estás ¿por qué no simplemente te borras del planeta y te dejas de chingaderas? La respuesta es más sencilla, o para mí lo es, porque me importa esa gente a la que le importo, una perdida es dolorosa, pero es mil veces más fácil de asimilar que moriste por causas ajenas a tu persona, a que la causa de muerte seas tú mismo, el decir “murió en un accidente/asalto/enfermedad/etc.” implica un no fue culpa de nadie y nadie pudo hacer nada por detenerlo, son cosas que no sabías que podrían pasar. Sin embargo, el decir “se quitó la vida” ejerce mucha culpa sobre la gente que rodeaba a esa persona, implica por lo tanto un “pude haber hecho algo, debí ponerle más atención, sí yo hubiera hecho X, Y o Z ella o él  estaría aun aquí”, y la realidad es que no es culpa de nadie, es culpa de uno mismo el desear hacer algo, pero la gente no nota eso.
¿Y cómo sé eso? Simple, lo intenté, y eso generó en mi familia una alerta permanente, a tal grado que yo no puedo decir “me siento triste” porque mis papás ya están pensando que voy a tirarme por un puente o algo así, no puedo tener una herida en el cuerpo (aun cuando en mi carrera son muy comunes) porque piensan que todas y cada una de ellas yo me las hago, aunque aquí tendrán algo de razón, y a todo eso se anexa una culpa impresionante que ellos se pusieron sobre sus hombros, “¿qué fue lo que hicimos mal para que no quisiera la vida que le dimos? ¿Qué no le dimos? ¿Qué pudimos hacer para modificarlo? ¿Tan malos padres somos? etc. El único problema real es que yo no me quiero a mi misma, no es que ellos no hayan sido buenos padres, son los mejores padres del universo, y no es que ellos no hayan hecho algo o que pudieron hacer algo, es algo completamente independiente de ellos.
Y nada… Al final del día, sigues siendo tu peor enemigo, y tienes que aprender a lidiar contigo mismo, cosas que tampoco es sencilla, aprendes a quererte un poquito, te elogias un poco cuando haces algo bien y tratas de no cagarte demasiado cuando metes la pata. Buscas cosas que te gusten para mejorar tu actitud a ti mismo y te fuerzas a hacer las cosas que quieres, con poco éxito, sobre todo si no salen como quieres, pero es poner un poco de tu parte para ti mismo.
Sí hay alguien que se tomó la molestia de leer todo esto, y te sientes de una forma similar a la mía, lo que puedo decir es tranquilo, hay días buenos y días malos, y te acostumbras a lidiar contigo mismo, aun cuando haya ocasiones en las que no te aguantes, disfruta al máximo tus días buenos, te ayudan a creer que no todo es tan malo. Si en cambio o además tienes esos deseos enormes de quitarte la vida como yo, lo único que puedo decirte es, no lo hagas, si en verdad te importa un poco la gente que te rodea.

Y por último deténganse a ver lo que los rodea, a veces la vida, dios, el karma, o como quieran llamarlo, te sorprende, y te dejan buenos sabores de boca, cada segundo de tu vida es valioso, aunque no queramos aceptarlo, aun cuando me odio a mí misma y soy mi peor enemiga, he aprendido a valorar el tiempo y los momentos que vivo, y ese fue mi error con anterioridad, no detenerme a ver lo que había a mi alrededor, quizá ya no me odie tanto como antes, no solo porque aprendí a vivir conmigo, sino también porque trato de disfrutarme a mí con mis defectos y cosas que aborrezco, no todo en mi puede ser tan malo o al menos eso me repito.

lunes, 4 de noviembre de 2013

Un día en el parque

Nos encontrábamos en el parque tomando fotografías, justo acababa de tomarle una foto cuando volteo a verme con esos ojos cafés tornasol, ligeramente rasgados y ligeramente grandes, como los de su padre, reflejaban preocupación y me pregunto:
-“Mamá, ¿Mi papá es mujer?
-“Físicamente sí cariño
-“Entonces ¿También es mi mamá?
-“No, él es tú papá, pero a veces tu físico no corresponde a tu mente, y tu sexo no define tu genero
-“¿Qué es genero mami?
-“Es lo que te hace una mujer o un hombre, es como tú te sientes con respecto a ti misma, por ejemplo hay hombres que sienten que son mujeres, y mujeres que sienten que son hombres”- La mire mientras ella pensaba en lo que acababa de decirle, no paso mucho tiempo cuando volteo a verme de nuevo.
-“¿Y está mal ser así, es una enfermedad?
-“No cariño, no está mal y no es una enfermedad
-“Pero entonces, no somos una familia normal ¿Verdad?”- Su voz tembló un poco después de preguntarlo y sus ojos se llenaron de lagrimas rápidamente, me agache con cuidado, le di un beso en la frente y la abrace con fuerza.
-“Somos una familia completamente normal, ¿Por qué haces todas estas preguntas amor?
-“Mi papá fue por mí a casa de Carla, al día siguiente Carla no me hablaba y cuando le pregunte me dijo que sus papás le habían prohibido seguir hablando conmigo e ir a la casa, dijo que éramos una familia anormal, que estaba mal, que mi papá era una mujer enferma y que tú también estabas enferma, después de eso mis amigos comenzaron a decirme que yo soy rara y que…”- No podía seguir hablando, las lagrimas no dejaban de correr por sus mejillas y su voz se convirtió en sollozos, mi hija de 6 años estaba completamente destrozada.
Le abrace con más fuerza y la separe suavemente de mi, saque un pañuelo y comencé a limpiar las lagrimas de sus ojos, le acaricie la cabeza y trate de calmarla llenándola de besos por todas partes, cuando dejo de llorar la solté, me senté en el suelo, quite la cámara y la puse a ella en mis piernas.
No eres rara, y no estamos enfermos, tampoco está mal la familia en la que estas, sólo somos diferentes, y a la gente le dan miedo las cosas que son diferentes a lo que usualmente conocen, no debes dejar que eso te haga sentir mal, porque lo que importa es que tu papá y yo te amamos muchísimo”- me sonrió y me abrazó con fuerza.
Corrió a asustar a un montón de palomas que se encontraban en el suelo, jugamos un largo rato más en el parque y cuando regresábamos a casa, le dio un tirón a mi mano:
-“Mami, ¿el amor apesta?”- Comencé a reír al escuchar su pregunta
-“¿Por qué me preguntas eso?
-“Lo escuche en el parque, una chica se lo dijo a su amiga, ¿El amor apesta mami?
-“A veces sí apesta
-“¿Por qué apesta mami?
-“Pues porque a veces el amor duele, y eso hace que el amor apeste
-“Aaaah, y ¿el amor entre mi mamá y tú llegó a apestar en algún momento?
-“Tú papá cariño, no mamá, papá. Y si en al principio apestaba mucho, a veces aun apesta, pero procuramos limpiarlo constantemente para que no apeste.
-“¿Por qué apestaba el amor entre tú y mi papá?
-“Porque tu papá solía ser una persona voluble e indecisa, y no sabía si quería estar conmigo, entonces a veces me decía que si y a veces me decía que no, y eso me dolía.
-“Pero ya sabe que quiere ¿Verdad mami?
Mire hacia arriba, ya había oscurecido y la luna era llena, un miedo y algo de melancolía me embargo por un segundo, el celular comenzó a vibrar, saque el celular de la bolsa, era un mensaje 
**Voy camino a casa, llevo algo rico de cenar, ya quiero verlas, les mando un beso, las quiero/ Danahé**
-“Es papá, dice que trae algo rico para cenar, ¿Quieres que llevemos un postre?”- Sus ojos se abrieron más y su sonrisa se ensancho, comenzó a asentir- “Hay que apurarnos para ver que se nos antoja”- comenzamos a avanzar y se freno de golpe.
-“Lo sabe ¿Verdad mami?”- Me miro preocupada, nuevamente me agache y le di un beso en la frente.

-“En teoría lo sabe mi vida”.- Sonrió, por el momento eso era suficiente para ella.

lunes, 22 de julio de 2013

Regalo a Dana

Espero que te guste, me ha costado un poco demasiado trabajo organizar las ideas para esto, y es que las ideas surgen fácilmente, pero conectarlas para que formen una sola historia, es lo que hace que sea complicado para mi. Se que no soy muy buena en esto, pero en verdad me gusta escribir, lo que siento que hace que no sea tan mala, disfrútalo. Es la única probadita que te daré hasta que lo acabe, así que más te vale decirme como va el asunto para poder corregirlo a tiempo.

Se encontraba sentado junto a la ventana en el tren de regreso a casa, preguntándose quien estaría esperándolo en la estación de trenes, cada año, desde la muerte de su madre, sus tíos se turnaban para recogerlo y permitirle pasar las vacaciones con sus respectivas familias, hasta donde ellos sabían él se había ido a estudiar lejos de Londres y al inicio de su primer curso su madre había muerto de un paro cardíaco  pero él sabía que ella había sido asesinada por su padre y que todos esos años de huida habían sido inútiles.
Su madre estaba completamente segura de que tarde o temprano su padre iría a matarlos por lo que cambiaban de casa constantemente, él lo sabía, pero trataba de no pensarlo demasiado hasta que su madre murió, también sabía que un mago que había nacido bajo los efectos de una poción de amor jamás podría amar, sin embargo, la realidad era otra, podían amar una sola vez en su vida y ese amor haría que su persona se transformara completamente, podría convertirlo en el ser más pacífico del universo o en el ser más vengativo, en el caso de su padre, su único amor hizo que se convirtiera en el mago más temido del mundo mágico.
Daniel Rumsfeld y su madre habían sido la luz y la vida de su padre en algún punto, pero después de que desaparecieron se habían convertido en ese pasado oscuro que quería borrar de la faz de la tierra, eran una abominación y Daniel se había convertido en lo más repudiado del universo, en el peor castigo y lo más aberrante, la unión de una muggle con un mago.
Pero el no supo nada de eso hasta que cumplió los once años, cuando recibió su carta de aceptación a Hogwarts, antes de esa carta, su padre había sido un mal parido que los había abandonado, cuando su madre vio la carta le contó la historia real que él no recordaba.
Sus padres se conocieron a unas cuadras de la estación de trenes, su madre siempre había sido una mujer muy distraída y despistada, lo que hizo que no pudiera encontrar la estación en la que había viajado en varias ocasiones, en un momento de desesperación tomo el brazo de un chico y le pregunto a donde iba, el chico la miro sorprendido y con un poco de repulsión, pues era una muggle la que estaba tomándole del brazo, pero no le molesto decirle que se dirigía a King Cross, ella sonrió y le pidió de favor si podía ir con él ya que ella se dirigía al mismo sitio y se encontraba perdida, al momento en que ella sonrió y le explico la situación él dejo de creer que era repulsivo ser tocado por esa muggle, era diferente al resto.
Durante el trayecto a la estación platicaron sobre sus gustos y sus respectivas vidas, hacían bromas, sonreían y al llegar a la estación se dieron cuenta de que habían llegado mucho antes de que sus trenes salieran, por lo que se quedaron sentados en una banca platicando, él espero a que ella se fuera y habían prometido volver a verse, cuando regresaran de sus viajes, en los andenes 9 y 10. Había sido amor a primera vista, pasaron los años y sus padres se casaron, al principio de la relación él se comportaba de forma fría y distante, pero poco a poco su forma de ser fue cambiando, sus ojos que al principio estaban llenos de odio hacia la gente que se aceraba, comenzaron a irradiar amabilidad, brillo y calor, sobre todo si ella estaba cerca.
Estaban completamente enamorados, él le daba a ella regalos fuera de lo real, cosas que a ella le impresionaban demasiado, mientras que ella le daba regalos hechos a mano, cosas que él siempre podría cargar sin importar en donde estuviera. Él padre viajaba mucho de un mundo a otro, y en uno de sus regresos, se encontró con la grata y horrible sorpresa de que su esposa tenía 2 meses de embarazo, era grata ya que era de ellos, era horrible porque tendría que decirle lo que le había ocultado por años.
Cuando le dijo que era un mago, y le mostró lo que podía hacer, ella se sorprendió demasiado, pero no le tenía miedo, ellos eran felices, Daniel nació y su primera acta de nacimiento decía Daniel Riddle, su primer año de vida carecía de magia, y sus padres eran felices, pero cuando cumplió un año Daniel ya tenía la capacidad de llamar serpientes y lograba levitar las cosas o equilibrarlas perfectamente bien. Su madre comenzó a asustarse, mientras que el padre se sentía orgulloso, sobre todo porque esas cosas aumentaban cuando él se encontraba en casa, eso hizo que su madre creyera que era culpa de su esposo y en uno de los viajes de este, tomo a Daniel y escaparon.
Cada vez que el niño demostraba tener esa aptitud para la magia ella huía de nuevo, hasta que Daniel fue consciente de lo que provocaba los cambios de lugar, por lo que dejo de hacer magia frente o cerca de ella, ella creyó que por fin habían escapado que él había dejado de buscarlos, y rehicieron sus vidas, su madre volvió a casarse y él tomo el apellido de su padrastro, volvieron a tener contacto con sus familiares y todo parecía perfecto. Hasta el momento de la carta.
Cuando recibió la carta su madre se rompió en mil pedazos y comenzó a sollozar, mientras se disculpaba con su hijo por lo que había hecho, por haberle ocultado la verdad por tantos años, él accedió a perdonarla con la condición de que le dejara ir a esa escuela, quería aprender a controlar eso que lo hacía tan diferente a los demás, su madre accedió, y lo acompaño a comprar todo lo que necesitaba para su primer día de clases, ella conocía las calles, había ido con su padre muchas veces.
El día que subió al tren camino a Hogwarts, su madre lo abrazó con fuerza y le dijo que tenía que cuidarse mucho, que no confiara en nadie y que siempre fuera cauto en lo que hacía, le dijo lo mucho que lo amaba y le dio un largo abrazo y muchos besos en la cara. Esa fue el última vez que la vio viva, había dejado a una serpiente oculta en casa para cuidarla al cabo de unos meses, llamó a la serpiente, cuando llegó, esta comenzó a platicarle como su padre había llegado el mismo día que él se fue a su casa y había asesinado brutalmente a su madre y a su padrastro, la serpiente había sido inútil ya que había caído bajo un hechizo, la muerte de ellos según los paramédicos había sido de un paro cardíaco y la picadura de una serpiente venenosa, no encontraron más explicaciones al realizar la autopsia.
Cuando subió al tren camino por varios vagones hasta encontrar uno vació, él único vació que encontró se encontraba al lado de un vagón en donde se encontraban chicos de último grado, los cuales bromeaban sobre sus vacaciones y gritaban eufóricamente chistes locales, al parecer todos molestaban a un chico en especial.
-“Venga tío, ¿Por qué tan serio? Nos vas a contar que pasó o vas a seguir con esa cara larga”-
-“Sí les cuento tendrán que bajar la voz, es de quien no se debe mencionar”- Al momento en que el chico dijo eso todos guardaron silencio y comenzaron a sentarse para poder escucharlo con atención -“Como saben mi padre y  Voldemort fueron grandes amigos durante su estadía en Hogwarts y solía acompañarlo a sus viajes para reclutar magos, en uno de esos viajes, Voldemort le pidió a mi padre que lo acompañase a una villa muggle, al llegar ahí se adentraron a una casa y llegaron hasta la habitación de un niño, Voldemort tomo al niño en brazos y comenzó a arrullarlo, miro a mi padre y le dijo que el nombre del niño era Daniel, y que era su hijo, también que había puesto a prueba a esposa pues había estado actuando rara en los últimos meses y esperaba que esa no fuera la última vez que viera a su familia, pero que por si acaso había decidido hacer un conjuro para poder permanecer al lado de su hijo al menos hasta que este entrara a Hogwarts.”
-“¿Cómo sabes todo eso? Digo tu padre murió poco antes de que tu entraras a Hogwarts”- Lo interrumpió uno de sus amigos de forma brusca.
-“Mi padre me dejo su diario, el día de mi cumpleaños mi madre me lo dio, cuenta la historia de todo lo que vivió con Voldemort, de hecho su nombre no era Voldemort, era Tom Riddle”- Daniel estaba escuchando la historia aun cuando fingía que no lo hacía, pero en el momento en que escucho el nombre de su padre no pudo evitar dar un respingo -“¿Puedo continuar o vas a seguir haciendo preguntas?
Su amigo asintió con la cabeza e hizo un gesto con las manos de que mantendría la boca cerrada.
-“Poco tiempo después mi padre se enteró de que su familia lo había abandonado como el predijo, así que fue a buscarlo, Voldemort se encontraba deshecho y juro vengarse, en su diario mi padre explica que los ojos de Tom habían cambiado drásticamente, que sentía como su amigo desaparecía y un ser lleno de odio y venganza resurgía en su lugar, ese mismo día fueron a buscar más magos para su ejército, y fue el día en que él desapareció.”
-“Ok, pero no entiendo, ¿qué es lo que te tiene tan desconectado?”
-“El diario de mi padre dice que Tom Riddle desapareció tratando de matar al elegido, pero también dice que este es de la misma edad que su hijo, Daniel Riddle es 2 días más grande que Harry Potter”
-“¿Y luego?”
-“Harry Potter acaba de entrar a la escuela, eso quiere decir que Daniel Riddle también, ¿y si quiere vengar a su padre? Nadie nos dice que ese chico no ha crecido con el mismo odio que su padre, todo volvería a empezar”
Uno de los chicos comenzó a reír nerviosamente para calmar las tensiones del resto del grupo. –“Tranquilo llegando a Hogwarts podemos preguntar por ese tal Daniel Riddle, sí fingimos que es el primo de alguno de nosotros y que queremos confirmar si se quedó aquí puede que la profesora McGonagall nos diga si está aquí o no”
-“Claro, hay una gran probabilidad que él no haya recibido una carta, es decir, es el hijo de quien no debe pronunciarse jamás, de seguro Dumbledore no sería tan estúpido como para permitir que la historia se repitiera de nuevo.”
Todos comenzaron a asentir y a relajarse, poco a poco las bromas se volvieron a hacer y la tensión de ese vagón se esfumó, sin embargo del otro lado del pasillo, Daniel se encontraba aferrado al sillón, con una sensación de molestia y miedo, sin apartar la mirada de la ventana.
<Al parecer si es lo suficientemente estúpido, sin embargo yo no vine a vengar a nadie, no me importa quién sea, ni que haya hecho…>

-“¿Tú también eres de nuevo ingreso?”- El sonido de esa voz lo distrajo de sus pensamientos, volteo y la vio -“Mi nombre es Hemione Granger, deberías colocarte el uniforme, no falta mucho para llegar”- Ella sonrió mientras se presentaba y Daniel no pudo evitar sonrojarse y agachar la mirada para que ella no lo notara.

viernes, 19 de julio de 2013

Atardecer

                -“Volviste a hacerlo”- Me dijo mientras tomaba mi brazo izquierdo, sabía que la estaba viendo con cara de “¿Qué demonios haces?” pero decidió ignorarme mientras acariciaba las cicatrices anteriores y la herida reciente que tenía en el antebrazo.-“¿Por qué no me llamaste?
                -“¿Para qué?”
                -“No lo sé, para hablar, sigo sin entender porque lo haces”- Me miro con desapruebo, mientras yo miraba hacia el cielo-“Prometiste que no lo harías más”- y mientras hablaba comencé sentir una punzada en el brazo y su dedo haciendo presión sobre la herida.
                -“Ya no lo hago consiente, quiero cumplir mi promesa, pero es como si no pudiera hacerlo”.
Soltó mi brazo con cuidado y busco entre su bolsa la cajetilla de cigarros, tomo uno y extendió la cajetilla hacia mí. La última vez que habíamos estado en esa azotea teníamos 13 años, habían pasado 8 años y a pesar de que nos habíamos distanciado por la universidad parecía que no había pasado el tiempo.
Nos quedamos calladas viendo la puesta de sol, mientras el humo de los cigarros formaba figuras y ondas por el viento. Me volteo a ver y puso su mano sobre la mía, se acercó con cuidado, como si pensara que la proximidad con ella generara en mi molestia, me beso la mejilla y me abrazo.
-“Eres mi mejor amiga, siempre voy a estar contigo, cuando sientas que vas a recaer márcame, o déjame un mensaje, algo.”
-“Yo lo sé, pero no es tan fácil Mariana, cuando recaigo, me desconecto del mundo, es como sí todo a mi alrededor dejara de existir, entonces todo lo que he callado sale a flote y comienzo a escuchar gritos en mi cabeza, los colores se hacen intensos, tan intensos que duelen, y poco a poco se van opacando, mi vista se empieza a nublar, los colores desaparecen y se tornan en un gris de diferentes tonalidades, hasta que se convierten en sombras, y la visión se vuelve turbia, las sombras y lo turbio se unen hasta que todo está negro, y cada ruido suena a una palabra diferente, es esa misma sensación de un neófito que tiene un mal viaje con su primer cigarrillo de marihuana, quieres que pare, pero nada lo detiene. Cuando reacciono siento el dolor y la humedad, y no necesito voltear para saber qué es lo que hice, tan solo me levanto y busco una gasa y alcohol, me digo a mi misma que no lo volveré a hacer, pero vuelve a pasar.”-
La voltee a ver, su abrazo se había terminado cuando empecé a hablar, y sus ojos reflejaban miedo, ¿acaso tenía miedo de mi o era de lo que podía llegar a hacerme en un momento de depresión?
Me sonrió después de un rato, y volvió su mirada al cielo.
-“¿Te acuerdas de ese verano cuando vinieron mis primos?”
-“Claro que si”
-“Fue uno de los mejores de mi vida, porque estuvimos juntas todo el tiempo, reímos mucho y era divertido ver como tú y Migue se tomaban de las manos por debajo de la mesa”
Comencé a reír mientras ella sonreía, saque otro cigarro de la cajetilla.-“Si recuerdo tus burlas, en ese entonces este lugar me generaba una sensación de paz igual a la que siento ahorita.”
-“Llámame la próxima vez que te sientas así, aunque sea cuando ya te hayas cortado de nuevo, prométeme que vas a llamarme”

-“Lo prometo”- -me sonrió al escuchar esas palabras, volteo a ver el reloj en su muñeca y se levantó del suelo, era hora de irnos, los demás nos esperaban en el bar.

domingo, 9 de junio de 2013

Triciclo Circus Band- Amanece

No puedo hablar demasiado de esta banda, porque debo admitir que carezco de conocimiento de cómo se formó, cuanto tiempo tengan de antigüedad y demás, he ido a un concierto de ellos que fue cuando los conocí y me enamore del show que presentan pero sobre todo de su música, es un concepto completamente diferente y variado.
Lo me que más me ha gustado de esta banda, es que puedes bailar de forma alocada, correr, bailar suavemente, llorar, reír, amar, odiar, sus letras son variadas y una sola canción puede, o al menos a mí me pasa eso, llevarse con diferentes sentimientos, puede ser una canción sumamente triste y sientes tranquilidad, o una canción muy alegre y sientes enojo, la canción no te da el sentimiento como en la mayoría de canciones comerciales actuales, tú decides el sentimiento y la canción te acompaña.
Por ejemplo esta canción, hace una semana la escuche y sentí alegría, mucha calma, amor y demás, y la escuche hace un momento, y no pude evitar sentirme nostálgica y triste. Y aun cuando no todas sus canciones tienen letra, porque algunas canciones son únicamente instrumentales, generan esa misma sensación.

Espero que escuchen la rola y que busquen más sobre ellos, y si alguien quiere invitarme los boletos para su concierto el 22 de este mes, con todo gusto recibo el depósito para los boletos J

domingo, 26 de mayo de 2013

Invierno

Querido Invierno:

No me molesta que estés aquí, no me molesta que estés presente en la mayor parte de mis tiempos, ni tampoco que tus llegadas sean bruscas y sin sentido e incluso silenciosas y a veces absurdas.
Agradezco que me obligues a enfrentar ese miedo que tengo a estar sola o a no encontrar al amor de mi vida, me obligas a pensar que hago mal y que no quiero volver a repetir en mi vida, y quizá me ayudes un poco a reafirmar o entender que quiero...
Sin embargo, a veces me gustaría que no fueras tan frío, porque siempre que llegas no llegas sólo, llegas con tu fiel amiga Soledad, de la cual tampoco me quejo demasiado.
En las mañanas es fácil soportar el frío y Soledad no me molesta, puedo admitir que me reconforta, pues mi mente se distrae con todo lo que debo de hacer durante el trayecto del día y ella me ayuda a enfocarme, a no distraerme de mis actividades y demás.
Pero las noches son una historia diferente, Invierno déjame decirte que el frío cala, cada vez más y más hasta quemar, me hace pensar en cosas estúpidas y buscar en labios ajenos el beso de aquellos que me quitan el sueño y buscar calor en brazos en los que no estoy interesada en lo absoluto, y Soledad se vuelve una perra cínica que me hace preguntas insistentes y me hace recordar y me hace rememorar, historias que creía había olvidado.
Aquellas historias que están superadas, son hermosos recuerdos y me deleitan con una sonrisa y una cálida sensación, más no puedo evitar sentir nostalgia, no porque desee regresar, más bien me doy cuenta de que pudo terminar mejor, siempre se puede terminar mejor.
Qué, qué pasa con aquellas que no están superadas¿? Bueno Invierno, esas son constantes reproches de que pude hacerlo mejor, de que no di suficiente, de que siempre me fió de más, de que no quiero volver a sentir nada, o peor aún, de que extraño esos labios, esos brazos, sus manos, su piel, de que quiero hablarle al oído y besar sus labios, hacerle reír, cantarle, disfrutar que pasa el tiempo.
Las lágrimas brotan de mis ojos aun cuando no lo desee, y no puedo evitar hacerme pequeña y derretirme, derretirme ante el recuerdo, y suplicar, suplicar al cielo, que regrese Primavera a su lado y se detenga el tiempo, que no avance más, o que regrese Verano, pero no cualquier Verano, porque quiero de regreso el Verano con esa persona que me hizo sentir la luna y las estrellas, comer un helado a su lado.
Y pido al tiempo que no regrese Otoño ni tú Invierno porque esa persona me duele cuando ustedes llegan, y es tan solo esa persona con quien quiero estar, pero me la arrebatan.
Sé que es normal que ustedes lleguen, porque así funciona, van y vienen a su antojo, Primavera y Verano llegan silenciosos poco a poco, los vas sintiendo, Otoño es precoz, no lo notas, ni cuando llega ni cuándo se va, pero tú Invierno, tú eres el más cruel de todos, porque tu llegada, como ya dije, es silenciosa, no la notas, pero no eres lento, en el abrir y cerrar de ojos ya te has hecho presente, sin permitirme prepararme un poco, sin permitirme intentar regresar el tiempo o que las estaciones comiencen de nuevo.
Por eso te escribo a ti Invierno porque de todos, tú eres el más difícil de lidiar porque no vienes solo, Soledad tú eterna acompañante, la cual esta atormentándome en este momento, haciendo que me pregunte, si en éste momento estará mirando el techo y pensando en mi o si en algún momento lo hace, sí estará soñando conmigo, si me piensa o si me extraña.
Pero esto no importa, porque ya no está y no volverá, ya que mientras está disfrutando de los brazos de alguien mas yo permanezco aquí, sintiendo frío acompañada de ti Invierno y de Soledad.
Foto Michel Mendóza
Edición Ixchel Romero

martes, 23 de octubre de 2012

Retrospectiva


Una lagrima rodó por su rostro mientras esperaba a que el agua de la tina se pusiera caliente. Después de tanto tiempo juntos el simplemente se había olvidado de ella, como si fuera lo peor que había pasado en su vida.
Se pregunto en qué momento todo lo que habían construido con trabajo y esfuerzo se derrumbó, como un juego de jenga en el que si quitas una pieza todo se destruye y no solo eso, en qué momento él se convirtió en algo tan importante en su vida.
Se levanto lentamente, se quito la toalla y se metió en la tina, una vez que todo su cuerpo quedo cubierto por el agua, pudo escuchar su voz.
                -“Princesa, es momento de irnos a dormir”
                -“Nooo, ¡¡aún es temprano!!”
                -“Venga, vamos a dormir, te contare un cuento”
                -”Siii, quiero que sea de papas, de zanahorias y de cebollas”
                -“Ven déjame abrazarte primero, y ya después podre iniciar tu cuento”- sus brazos la tomaban con ternura y la apretaban dando la sensación de que no la soltaría jamás, de que esos instantes jamás terminarían, que todo seria para siempre.-“¿Qué tienes?”
                -“¿Te quedaras conmigo por siempre?”
                -“Claro que sí, eres todo para mi, somos uno, ¿recuerdas?”- Tomo su mano izquierda la promesa de que su amor sería para siempre, contemplado en unos simples anillos de plata y unos votos dichos a la luz de la luna.
De repente el aire se le acabo y se levanto de golpe para poder respirar, regresando a la realidad de que él ya no estaba más con ella, sabía que su recuerdo y que su amor por él y el amor que él le daba les hacía daño a los dos y que lo mejor que él hizo fue encontrar a alguien más. pero ella seguía atrapada en un sueño, en la esperanza de volverlo a ver y estar juntos una vez más.
Salió de la tina y abrió la puerta del baño, entro a su habitación, tomo su bolso y saco una cajetilla de cigarros, tomo un par, el encendedor y un cenicero y regreso al baño, abrió un poco la ventana, encendió su cigarro, coloco el cenicero a un lado de la tina, y volvió a meterse en ella sin hundirse, le dio un toque al cigarro, hecho su cabeza hacia atrás.
                -“Adiós para siempre amor mio”- miro de nuevo su mano izquierda, en donde aun se encontraba ese anillo, el cual tenía su nombre escrito-“¿Quién pensaría que algo tan insignificante como unas palabras me tendrían atada a ti por tanto tiempo?”